Sinopsis:
De el New York Times best-selling author de Beautiful Bastard, Beautiful Stranger, y Beautiful Player, el segundo libro de la nueva serie Wild Seasons que empezó con Sweet Filthy Boy -una historia de amigos, amor y lujuria.
Dejando a un lado sus encuentros ruidosos, Harlow y Finn ni siquiera se gustan el uno al otro... lo que podría explicar por qué su matrimonio duró solo 12 horas. Él necesita estar a cargo y tomar lo que sea que desee. Ella vive por el mantra ¿Quieres-algo-hecho? Hazlo-tú-misma. Quizá ella es muy similar a el robusto pescador - o solo lo que él necesita.
*Puede contener spoilers
Hola, ¿cómo han estado? Otra vez me desaparecí un poquito, mi computadora murió, pero aquí sigo en pie de guerra para contarles lo que me ha parecido este libro.
Como ya es un poco costumbre les traigo la reseña del segundo libro de una serie, en donde, después dos encuentros apasionados, nuestros protagonistas, Finn y Harlow, como consecuencia de sus amigos en común, se ven obligados a seguirse viendo, y lo que comienza como momentos de distracción para olvidar sus problemas, pronto se convierte en algo más profundo.
Finn y Harlow son personas que siempre buscan ayudar a los que aman, sin embargo, como es el caso de él, para solucionar los problemas a veces entra en juego sacrificar lo que nosotros queremos, y en el caso de ella, otras veces debemos aceptar que el ayudar no está en nuestras manos.
Lo que me gustó:
Para mí, la historia era llamativa, como les comenté sigo en busca de libros con mujeres protagonistas fuertes, que incluso no teman expresar su sexualidad tan libremente como lo vemos en los protagonistas masculinos, y saber que Harlow cumplía con lo que estaba buscando me impulso para comenzar el libro con ganas. Además de que la forma en que comienzan la relación con una rápida boda en Las Vegas que no dura más de 12 horas, me causaba gracias y se me hacía una forma divertida para dar inicio a la pareja.
También está lo de las clases sociales, mientras que Finn vive una vida tranquila y familiar en Vancouver, Harlow es la hija de dos estrellas de cine viviendo en una gran ciudad, pero, a diferencia de otras historias, esto en realidad no es un gran problema, ni siquiera entre la familia, y me gusta la perspectiva de esto.
Lo que no me gustó tanto:
Como les digo, empecé el libro con ganas pero mientras más avanzaba mi emoción disminuyó por momentos. Las situaciones grandes que enfrentan cada protagonistas siento que no son exploradas a profundidad en ningún momento. Ambos son orgullosos y eso les provoca discusiones sólo al final del libro, que para mí son pequeñeces que ellos vuelven grandes y al final todo lo resuelven justo así, y lo dejan de lado fácil.
Para finalizar, aunque en realidad era un libro que podía contener todo lo que en este momento me interesa leer, no cumplió ni de cerca con mis expectativas, los sucesos importantes no son grandes cosas y lo que no debería tener mucha relevancia es crucial en la relación de Harlow y Finn.
Este es el primer libro que leo de Christina Lauren, y aunque en esta ocasión no me llenó y lo considero solamente como una historia que no está mal para pasar el rato, estoy dispuesta a darle otra oportunidad esperando que me guste más.
Hasta aquí mi reseña del día, espero les guste y me sigan contando qué les pareció, tanto la reseña como el libro si es que lo leyeron. Bonito día, nos seguimos leyendo. Jess💛
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